Que esta vida nuestra está llena de agujeros


Que este Samsara budista que nos tiene atrapados está repleto de agujeros de acceso a ese Nirvana que creemos inalcanzable.

Que esta vida nuestra a la que hemos llegado tras ser expulsados del Edén por siempre anhelado de los cristianos...

Que esta vida sin sentido del universo del escépticismo... está llena de agujeros con acceso al sentido.

Que esta vida loca de mi tocayo Céspedes... con su loca realidad....

Agujeros, agujeros por todas partes.

Agujeros por todos lados.

jueves, 21 de enero de 2010

No es lo mismo ver que mirar.


Leo en El País en directo “Una réplica potente hace revivir la pesadilla en Haití”.



Gran Cañón del Colorado. USA. Diciembre 2005 

Llueve sobre llovido sobre mojado… Están hablando mucho los medios de comunicación estos días sobre la “injusticia” de que suceda algo así en el país más pobre de América… A lo que se suele añadir que de haber temblado así la tierra en un lugar más rico, no habría sido tan catastrófico… Agujeros que se abren, agujeros que se tapan.

Los telediarios nos cuentan cuántos niños huérfanos y cuán heridos, seguidito de los españoles que se han salvado, los que no, y sobre los que se desconoce su destino… ¿y los franceses? ¿portugueses? ¿australianos? ¿haitianos no tan niños?. Uno se ve obligado a comparar si el dolor ajeno es más grande cuánto más niño, o cuanto más paisano…. y se hace un lío.

Tampoco recuerda uno bien qué número de móvil es el del mensaje para ayudas a Haití, y cual es el de bajarse un politono,…

Nos cuentan las historias de pillaje por las calles, combinadas con imágenes de muertos amontonados y montones de escombros aplastando a tantos supuestos otros…



Valencia. Diciembre 2009 

Cualquier situación o pensamiento que no somos capaces en el momento, de procesar, de comprender, de resolver, de trascender… nos llevaría a una situación de incertidumbre tal, que nos bloquearía… acabamos “resolviéndolo” cerrando filas y agarrándonos al juicio que tengamos más a mano…

¿Cómo se debe sentir una persona que vive un temblor tan fuerte del suelo que pisa, que destroza lo que hay a su alrededor y en el que mueren tantas personas?

 

Ibiza. Marzo 2007 

Voy a decidir salir de este agujero copiando y pegando esta entrevista:

Susana Martínez-Conde, 40 años, neurobióloga. "Toda experiencia vivida es fruto de la imaginación". La Contra. La Vanguardia. IMA SANCHÍS - 19/01/2010

Tengo 40 años. Nací en A Coruña y vivo en Phoenix (Arizona), donde dirijo el laboratorio de Neurociencia Visual del Instituto Barrow. Estoy casada y tengo dos hijos, uno recién nacido. El Estado debe fomentar la investigación. Soy atea: el alma es un producto del cerebro.

Es usted fruto de mi imaginación?

Todo es fruto de la imaginación: cada experiencia vivida, cada persona conocida, cada objeto observado. El cerebro no reconstruye la realidad, sino que construye nuestra experiencia de la realidad.

¿Por mucho que quiera ser consciente de la realidad voy a inventármela?

Existe cierta correspondencia entre nuestra percepción subjetiva y el mundo real, de lo contrario andaríamos chocando contra los muebles, pero mi percepción de los objetos no es exactamente idéntica a la realidad.

¿A qué se refiere?

Si cojo un periódico y lo leo con luz artificial y con luz natural veo lo mismo: letras negras sobre fondo blanco; sin embargo, la cantidad de fotones que reflejan las letras negras con luz natural es mucho mayor.

Es decir…

No existe para el cerebro una experiencia absoluta de lo que es negro y de lo que es blanco, todo depende de con qué se le compare. Otro caso es el de la tercera dimensión: la información del volumen de los objetos no llega al cerebro porque nuestras retinas son bidimensionales. La tercera dimensión es una construcción cerebral, una ilusión.

¿Imaginar y ver es lo mismo?

Mirar una imagen de una persona o cerrar los ojos e imaginar esa imagen de la persona activa los mismos circuitos del cerebro. Realidad e ilusión son fronteras ficticias.

Siendo así, ¿cómo estudia la realidad?

Precisamente las ilusiones visuales son una de nuestras herramientas más importantes para entender cómo el cerebro construye nuestra experiencia de la realidad.

... Y por eso ha llenado usted su laboratorio de magos e ilusionistas.

Las ilusiones visuales y cognitivas desarrolladas por magos son muy útiles para estudiar las bases neuronales de la consciencia.

Cuénteme sus averiguaciones.

Al mago no le importa tanto distraer la mirada del espectador como manipular su atención. El espectador puede mirar atentamente el truco y sin embargo no verlo, porque está prestando atención a otro lugar.

No es lo mismo ver que mirar.

Exacto, que estés mirando algo no quiere decir que esa información se esté procesando conscientemente si la atención está puesta en otro lugar o está dividida, y esa es una de las técnicas de los magos: dividir la atención del espectador.

¿Y cuál es el valor científico de esta argucia?

Comprobar que nuestro cerebro puede disociar lo que es la atención de la información visual.

Entre sus colaboradores tiene a uno de los mayores carteristas de la historia.

Apollo Robbins, que saltó a la fama porque fue capaz de robar todo tipo de objetos al personal del servicio secreto de Jimmy Carter. En un visto y no visto les sustrajo sus carteras, identificaciones oficiales, el itinerario oficial del presidente, sus armas y todo tipo de objetos sin que se enterasen.

Excelente colaborador.

Robbins se dio cuenta de que podía manipular de manera diferente la atención del sujeto si realizaba un movimiento curvo o un movimiento recto con su mano. Utiliza un movimiento recto cuando quiere que la atención del sujeto vaya del punto A al punto B, y curvo si quiere que la atención se mantenga a lo largo de todo el movimiento. Sabemos que funciona, pero no por qué.

¿Cuál es su hipótesis?

Que estos dos tipos de movimiento activan sistemas diferentes de movimientos oculares en el cerebro. El movimiento recto activa el sistema sacádico (un movimiento rápido del ojo) y el movimiento curvilíneo activa un movimiento suave.

¿Y?

Durante el movimiento sacádico, mientras los ojos van de A a B, la percepción está suprimida. Vemos A y vemos B, pero no lo que ocurre entre A y B. Otro ejemplo.

...

Con Johnny Thompson, el Gran Tomsoni, investigamos el papel de la risa en sus espectáculos de magia. Mediante la comedia consigue manejar la percepción del espectador. Según Thompson, cuando la gente ríe, el tiempo se para y su truco pasa desapercibido.

¿Existe una relación entre humor y descenso de atención?

Todo apunta a una conexión importante entre emoción y atención que hoy por hoy es desconocida en neurociencia cognitiva.

¿A mayor emoción, menor atención?

Esa es la hipótesis. Los magos no sólo juegan con la atención, sino que también introducen falsas memorias. El mago describe la acción que acaba de hacer pero no de la manera exacta como sucedió, y eso da lugar a que el espectador lo recuerde como lo describió el mago y no como en realidad pasó. Así, al final del espectáculo, el espectador no puede reconstruir lo que ocurrió.

... Le faltan piezas del puzle.

Exacto, hay piezas que ha eliminado haciendo que el espectador preste atención a otro lugar y piezas que no corresponden. Por tanto, la reconstrucción no es posible.

¿Nadie puede?

Nadie, porque son procesos muy generales que tienen que ver con el cableado de nuestros cerebros, a excepción de los autistas, que no responden a las claves sociales que utiliza el mago para manipular la atención.


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 La Lonja de Valencia. Diciembre 2009.

No es lo mismo ver que mirar.


lunes, 18 de enero de 2010

AGUJEROS PRESTADOS (segunda parte)

«Todos somos ignorantes, lo que sucede es que ¡no todos somos ignorantes en las mismas cosas!»
«La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia»
«No todo lo que cuenta puede ser contado y no todo lo que puede ser contado cuenta.»
Albert Einstein. 

Despido el año 2009 con una gripe, comienzo el 2010 engripado, y tras superarla, entro en otro proceso de virus estomacal, o algo así. 

Ahora que hago memoria, no recuerdo ningún proceso de enfermedad física que haya sido estéril, tan sólo una piedra en el camino que impidiera el curso deseable de acontecimientos… Como que siempre ha añadido un plus, una información, un aporte, al camino que pretendía… Aún así, parece casi inevitable entender la enfermedad como un “fallo” del sistema… Se nos llena la boca al hablar de cambios, transformaciones, … al tiempo que evitamos el “dolor”, los “imprevistos”, lo que se sale del guión,… y encarcelamos a la enfermedad en algo “malo” que sucede y no debería suceder…. Tal vez por ese deseo inútil de negación a la muerte, a los cambios, a las transformaciones.
 

Muchos vemos a Krishnamurti, por ejemplo, como uno de los grandes maestros, o al menos reconocemos su sabiduría… al tiempo que no nos gusta enfermar y entendemos la salud como el estado más elevado… Cuando leí las memorias de Krishnamurti, no necesité inteligencia de lince para leer entre líneas que previo a momentos de máxima lucidez, acababa de atravesar procesos intensos de enfermedad física-emocional. Ahí queda.



 Agujero prestado por Eva. Gracias

La semana pasada estuve en una reunión en Barcelona junto a personas más que interesantes en lo que parece el inicio de un grupo de “trabajo” que está buscando una nueva sinergia en el “encuentro”… No sé cómo prosperará, pero promete. Prometo explicar mejor de qué se trata cuando comprenda mejor por dónde y hacia dónde vamos.

Me quedé especialmente fascinado con un detalle: Un hombre de cuarenta y bastantes estaba presentándose, explicando y compartiendo su trayectoria vital-laboral-existencial-trascendental… Venía del mundo de la empresa, y es de los que renuncia a determinados escalones subidos, en pro de un sentido de coherencia y congruencia en lo que hace en el mundo en el que vive… y tras su cambio de rumbo explicó que lo estaba viviendo con una gran satisfacción…

Su cuerpo hablaba con él, su rostro se iluminó, su voz entró en otra cadencia al llegar a ese punto, sus brazos se cruzaron sobre su pecho y sus ojos brillaron húmedos… 

Estábamos sentados en círculo… Justo enfrente de él, estaba una mujer con mucha preparación, de unos no aparentados setenta años,… una mujer brillante. 

La mujer escuchaba con muchísima atención, como en todas las demás intervenciones, con atención y entrega… La mujer le interrumpió nada más llegar a ese punto: Perdona… satis o insatis? facción… no he podido escucharte bien. 

El hombre respondió SATISFACCIÓN. 

Yo tampoco había escuchado bien, porque su tono de voz no era muy alto,… pero había entendido perfectamente en consonancia con su expresión corporal. Ahí queda. 


Agujero prestado por David. Gracias

La mujer que estaba sentada frente a mi en aquella situación terapéutica en que me quedé bloqueado, la de la entrada anterior que prometí continuar… llevaba mucho tiempo tratando de expresar algo que a su vez había expresado de muchas maneras sin que tuviera el resultado por ella deseado, y yo diría que hasta necesitado. 

La sesión fue avanzando con la compañía de todos aquellos maestros. A un ritmo suave, lentamente, poco a poco.

Una y otra vez ella intentaba retomar su guión, lo que conocía, tratando de seguir el hilo y los pasos que conocía para resolver esa desazón que sentía desde hacía tiempo… Mientras yo, con la ayuda de los maestros, me iba deteniendo en sus silencios, y haciendo preguntas sencillas a detalles aparentemente inocuos de su relato.

La sesión llegaba a su fín… por necesidades del guión del curso, teníamos un tiempo específico bastante limitado…. Calculé que debíamos estar a punto de cerrar y entonces le pregunté: ¿Y qué es lo que quieres expresar? Permitiendo así, que llegara al final de su discurso.

Entonces le sobrevino una pequeña emoción y expresó las palabras que lo definían.. respiró como aliviada. Nos pusimos de pié y nos abrazamos para despedirnos…


 Agujero prestado por Carlos ;-). Gracias

Mientras la acompañaba a la puerta, el resto de alumnos, el tutor y una de las profesoras que estaban sentados detrás de la cámara fija que filmaba la sesión, iniciaron un aplauso, que yo aborté sin volverme y con un gesto de stop alzando mi brazo derecho y la palma de la mano extendida con el envés hacia ellos.

Acompañé a la mujer a la puerta, salió de la sala, me quedé de pié, con bastante nervio… Todos daban por finalizado el trabajo, lo daban como válido, como bueno… Podía quedarme, conformarme con eso… pero entendía que eso no era válido. Pensé por un momento en dejarlo tal cual, porque ya era muy válido para muchos… y conforme había ido el curso… no estábamos como para arriesgar y estropear algo que ya estaba aceptable.

Recordé una frase de no sé quién: “La verdad nos hará libres”… yo no sentía aquello como la verdad.

Volví a acercarme a la puerta, la abrí, le hice pasar de nuevo, respiré profundamente y le dije: No puedo permitir que te vayas así… porque a esto o parecido ya habías llegado muchas veces antes de venir aquí… y finalmente ni te ha producido satisfacción, ni lo has resuelto… 

Creo que te encuentras en situación para expresar lo que todavía no has podido expresar… y con una voz muy dulce le dije: ¿A qué esperas para hacerlo?

La mujer no sólo se emocionó, sino que todo su cuerpo se estremeció con ella… del sollozo pasó al grito sonoro de dolor… y finalmente soltó lo que hacía mucho no había podido permitirse… Cuando lo hizo, se sintió aliviada y emitió un gran suspiro… Me miró a los ojos, ya con otros ojos, me dio las gracias con su voz, pero después de haberlo hecho con su mirada. Nos fundimos en un abrazo… Y entonces le dije: Ahora sí que podemos despedirnos. Y así fue.



Agujero prestado por Carlos David ;-). Gracias
  
Esta vivencia la he guardado como un amuleto a lo largo de mi vida… como un símbolo de iniciación para alguien a quien tanto le ha costado creerse capaz, como un aliento para poder continuar… Y la he contado unas cuántas veces sospechando si sólo lo hacía para darle de comer a mi ego.

En principio la rescaté para esta doble entrada porque me habían llegado fotos de agujeros prestadas que quería usar por agradecimiento… y como las voces de mis maestros fueron prestadas, entendí que encajaba…. Pero lo que había querido resaltar en esta ocasión era el detalle de que para obtener el reconocimiento de semejantes y maestros, no hubiera sido necesario el segundo final de la sesión.

Si bien es cierto que me ha servido como ceremonia iniciática, y me he sentido tremendamente agradecido por ello,… lo cortés no quita lo valiente, y en el lote también entra la moraleja de que aquellos que me reconocieron tras el impulso de arriesgar para llegar a una “verdad” más profunda y abarcadora, también me hubieran reconocido conformándome con el primer final… Por eso esa experiencia que corroboran los demás con su feedback, y por ello es más valiosa (validez de lo consensuado y externo a uno)… es un arma de doble filo.

Algo así como ¡Vales para esto! ¡Lo firmamos nosotros que nos hubiéramos conformado con lo que para ti no era verdad del todo! Arropado con jirones. Ahí queda.


 Agujeros prestados por Eva. Gracias

Y ya sólo queda contar el final, final.

La mujer salió por la puerta… y entonces escuché un aplauso atronador acompañado de vítores y bravos… un aplauso que me abrumaba, que no me cabía, que me estremecía.

Me senté en el suelo, en el centro de la sala y recliné mi cabeza hasta casi el suelo frente a todos mis compañeros (estaba empezando a ser consciente de todo lo que acababa de suceder).

Cuando acabó el aplauso hubo un silencio que rompió el director de la escuela, con la voz quebrada, al preguntarme: ¿Y cómo se siente un psicoterapeuta en un momento como este?

No sabía ni qué responder… levanté la cabeza, mirando de frente pero sin poderlos ver claramente por la emoción, y dije… es que ahora me siento…. ¿abrumado? (añadió él) … Sí, eso, me siento abrumado. ¿Y cómo te sientes con lo que acabas de hacer? … Mi respuesta fue… no sé bien… ¿satisfecho?,… Sí, me siento satisfecho…. Volvieron a aplaudir todos al tiempo que lloraban y suspiraban.

El maestro también emocionado visiblemente con la cara llena de lágrimas y la mano en el pecho, me dijo entonces: Te voy a estar siempre agradecido, Fran… Porque tú sólo, con lo que acabas de mostrarnos, le acabas de dar sentido a tres años de formación.

La otra psicoterapeuta-formadora me dijo: Siempre había intuido que podías ser muy bueno dedicándote a esto, pero has superado lo que intuía… Algunos compañeros también me felicitaron, … mis amigos más cercanos en esa formación nunca me expresaron nada al respecto. Ahí queda eso también.

Fin..

miércoles, 6 de enero de 2010

AGUJEROS PRESTADOS (primera parte)


«Como no sabía que era imposible, lo hice». ALBERT EINSTEIN


 Llevaba desde el año pasado con algo que me venía una y otra vez a la mente, quería escribir sobre ello, trataba de aplicarme, esforzarme,… pero no había manera.

Anoche desistí. Lo dejé escapar.

Esta mañana paseando por el facebook me he encontrado con la cita que encabeza esta entrada…



Agujero prestado por David. Gracias
 
No recuerdo el descubrimiento en cuestión, pero sí perfectamente la sensación que experimenté cuando, de niño en clase, el maestro nos estaba hablando de un “descubrimiento” y su descubridor.

Lo contaba completamente fascinado… ¿Os imagináis qué sería de la humanidad si tal… no hubiera descubierto esto? Mi sensación fue de angustia… de decepción, … Mi reflexión entonces: ¿tanto tiempo tenía que haber pasado para que a alguien se le ocurriera algo como eso? ¿cuántas cosas están por descubrir y no las vemos? ¿cómo podemos vivir tan tranquilos con lo que creemos si hay tantas cosas que no sabemos? ¿de qué seríamos capaces como seres humanos, y todavía no sabemos?, … y como creemos que todo lo que sabemos es Todo, para no morirnos de incertidumbre… ¿no podemos tener acceso a lo que no sabemos?




 Agujero prestado por Javier. Gracias

Lo que me viene una y otra vez a la mente desde el año pasado, tiene en algo que ver con ese recuerdo de niño, aunque es más cercano. Es un agujero que se abre a las puertas de mis 45 (para el 30 de enero) hacia un acontecimiento a mis 27 años.

Estaba sentado frente a una “paciente” y nada más comenzar me quedo en estado de shock. Estoy aterrado, no confío nada en mi, no sé cómo abordar esta situación… No podía creerme lo que estaba pasando…. No podía pensar, estaba completamente bloqueado… trataba de esforzarme por la responsabilidad que tenía que ejercer pero me sentía completamente paralizado…

Ni mi cuerpo, ni mi mente respondían a mis cada vez más ahogadas órdenes de entrar en funcionamiento… No había nada que hacer,… cerré los ojos y acepté con todas las consecuencias que no iba a poder hacer nada… sentí un sospechoso alivio acompañado de un suspiro, abrí los ojos y miré a los ojos de la mujer que tenía frente a mi, dispuesto a decirle: Lo siento. No puedo!



 Agujero prestado por Rebeca. Gracias

Entonces me quedé por unos segundos encandilado por su mirada… hasta olvidárseme lo que iba a decirle… movió la cabeza, y yo la moví con ella, sin haberlo decidido. Estuvimos un tiempo en silencio, como observándonos,… mi mente hueca, aunque ya sin sufrimiento… De repente siento como que se me acerca por detrás uno de los maestros que había conocido en la formación de tres años como Psicoterapeuta Gestalt.

Se acerca por detrás hacia mi oreja derecha y me susurra: ¿Te has fijado en el contraste entre la expresión de su boca y la de sus ojos?... Yo vuelvo a respirar profundamente.

He dicho bien “siento como que se me acerca” … porque ni ese maestro, ni todos los demás estaban realmente allí… Aunque para mi, en mi estado, eran más realidad que mis ausentes mente, control y cuerpo.
Ahora que lo digo, recuerdo que por contar cosas “menos locas” que ésta han diagnosticado psiquiátricamente y medicado a algunas personas que conozco… aunque está claro que también depende el cómo y el desde dónde se cuenta.

Sucesivamente fueron llegando prácticamente todos los maestros que había conocido… desde el más “laisez faire” al del estilo más “directivo”, desde el más compasivo al más impunitivo, desde el más racional al más intuitivo… desde el más pragmático al más trascendental. Todos fueron señalándome detalles y aportándome preguntas que hacerle y respuestas que darle.

Incluso hubo la modalidad de uno en cada oreja, en una dialéctica donde cada uno me animaba para moverme en una dirección diferente.



 Agujero prestado por David. Gracias

Yo, la verdad es que me sentía como si estuviera asistido por los ángeles, y que mi único mérito era seguir paseándome por la inconsciencia de haber perdido las riendas… pero como tampoco podía hacer otra cosa…

¿Cómo llegué a esa situación? ¿Qué hizo que entrara en estado de shock?

Esto sucedió en el transcurso del último taller del curso de formación… Era el “examen final”, las sesiones eran verdaderas, y además se grababan en vídeo en vivo y en directo, y después se repasaban (precursores de OT y Fama a Bailar ;-)

Para mi esa formación representó, representaba y representa mucho. Después del “vacío de alma” que me había quedado tras mi paso por la Facultad de Psicología, fue una verdadera suerte, azarosa del todo, encontrarme con la Psicoterapia Gestalt… Entonces no había “Bucays”… y para muchos “colegas” la Gestalt era como una extravagancia acientífica, … pero a mi el corazón me decía que esa forma de psicoterapia rozaba muchas más “verdades esenciales” que lo conocido hasta ese momento.



 Agujero prestado por Javier. Gracias

Era esta una visión muy íntima… por aquellos tiempos uno de mis handicaps era expresarme, mostrarme, hablar en público… La formación era teórico-práctica-vivencial en talleres intensivos de fin de semana,… y cualquier ejercicio por parejas o grupal representaban para mi un salto demasiado grande por mi timidez e inseguridad… y me solía quedar rezagado.

Admiraba a mis compañeros que eran muy resueltos y atrevidos exponiéndose… aunque también había unos pocos que se retraían incluso más que yo.

Hacía ya unos meses que me sentía triste, porque no me sentía capaz de “ejercer” … y a eso se le unía un acontecimiento extraordinario: Mi primera discusión con un maestro, en este caso, el director de la formación, y mi psicoterapeuta.




Yo que siempre había sido un alumno obediente y poco conflictivo…  Me había sentido muy decepcionado al enterarme de algo en el penúltimo taller, algo que me parecía injusto. Y entendí que tenía que expresarlo.. Y eso hice nada más comenzar ese último taller.

Aquello provocó una gran tensión entre maestro y discípulo. Una tensión que elevó mi ya de por sí tendencia a quedarme rezagado, a la categoría de autoexcluído. Por vez primera nos daban libertad para examinarse o no. Y yo decidí no examinarme.

En un rincón de la sala, con la moral poco más abajo de las plantas de los pies…. Y como ayuda extra, el taller más triste y decepcionante de los tres años.

Ver a compañeros que había estado admirando durante todo el curso, haciendo intervenciones algo menos de mediocres, me desmoralizaba más.




Aquello se fue poniendo muy feo, los ánimos de todo el grupo iban decayendo… Y cuando estábamos a más de la mitad del taller, el director de la formación, algo más que cabreado, decidió interrumpir, salirse del guión y aquello se convirtió en una crisis de emergencia. Se cancelaron todos los trabajos que había pendientes y nos soltó un largo sermón.

El sermón consumió una gran parte del tiempo del taller… Para cuando acabó quedaba espacio para una sola intervención, para un solo examen final.

Salieron dos voluntarios al centro….






Miré alrededor, y no me vi en la sala, en ningún rincón… ¿Entonces? … me dije, si no estoy alrededor de la sala, debo ser uno de esos dos voluntarios. Glups!



Si lo de escuchar las voces de los maestros, y hasta notar su presencia, es de psiquiátrico… lo de desplazarse desde un rincón hasta el centro de la sala, sin pretenderlo, sin esforzarse, sin proponérselo…. Y después de haber echado la toalla, desistido, renunciado a ello...

Agujeros Prestados.

Continuará.

P.D.: Me he quedado sin fotos de agujeros prestados para ilustrar la segunda parte de esta entrada… ¿Alguien me presta alguno?

lunes, 4 de enero de 2010

SI LAS CÉLULAS HABLARAN

¿Te imaginas

Que las células de tu cuerpo hablaran… ?


Tabarca. Diciembre 2009

Entonces también pensarían,… y por tanto se sentirían con autoridad propia, y se vivirían como “individuos” en sí mismos, independientes del resto, … mirarían a la célula de al lado y dirían, pero qué tonta que es, o lamento ser más inteligente que ella… o dirían las de ese grupo son peores que nosotras las de mi grupo.

Podrían también echarse las culpas las unas a las otras, o echarles la culpa al gobierno que las mantiene atrapadas en ese cuerpo… también podrían ir cada una a su bola… y pensar cada una en una dirección, todas a la vez… menuda revolución.

Formarían partidos clandestinos, oficiales y extraoficiales… debatirían ideas, o montarían guerras,… algunas Santas, otras verbales, otras económicas, otras con misiles…. Unas serían nacionalistas de aquí, pero antinacionalistas de allá…


Tabarca. Diciembre 2009
  
Se agruparían también en generaciones… y por qué no, se crearían barreras de edades donde podrían inventar la cooperación o librar más batallas.

Podría haber grandes rebaños de células, que pisotearan, como inconmensurable mayoría a pequeños rebaños y ovejas descarriadas… Algunas serían lobos disfrazados de corderos, algunas pondrían cara de cordero degollao.

(Por cierto, ayer me contaron, que si dejas solos a un cordero, o unos cuántos, con acceso a una gran cantidad de comida, más de la que son capaces de ingerir,  cuando vuelves a los días... han muerto rebentados de tanto comer... que llevan tantos siglos tomando de comer de nuestras manos, que han perdido la capacidad de regular hasta cuánto comer?... Da que pensar)


Podrían llegar con luchas, y buscando las mejores oportunidades, a vivir en la sociedad del estado del bienestar,… aunque para ello tuvieran que arrinconar a algunas cuantas, a las de las partes más extremas del mismo cuerpo que habitan…. Eso sí, después de haber expoliado todo lo valioso de la zona.


 Tabarca. Diciembre 2009

Y agrupadas en manadas… si al final no funciona, cada célula puede echar la culpa al “sistema”, los pastores a otros pastores, … y los fabricantes de ideologías a las otras ideologías y otros fabricantes, aunque eso sí, nacerían nuevas ideologías que echaran la culpa a las células individuales de la masa… la verdad es que podrían pasar siglos (porque aunque siguieran muriendo igual, trasmitirían el adn a las venideras) mareando la perdiz.

Y no te digo ná cuando empiecen las luchas entre mitocondrias y núcleo y membrana externa… y cada célula enloquezca en su división y caos interior…


 Tabarca. Diciembre 2009

Te imaginas a todas esas células amontonando bolsas de plástico y enseres que ya no quieren, el algunos rincones del cuerpo donde no se vea demasiado? Y cuando además de sus ya ansias de poseer y amontonar se las incite al consumo para que el cuerpo entero no entre en crisis?

La verdad es que se me está volviendo el estómago del revés… y casi lo dejo aquí, que me tengo que ir a comprar los regalos de reyes.